La industria musical británica ganó el jueves una resolución crucial del Tribunal Superior que obliga a los proveedores de servicios de Internet a revelar la identidad de los británicos acusados de usar Internet para intercambiar gratuitamente canciones.
 
La Industria Fonográfica Británica (BPI, por sus siglas en inglés) y la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI) anunciaron la semana pasada que demandarían a 28 británicos aficionados a la música que usaron programas como Kazaa y eDonkey para la descarga e intercambio de canciones gratuitamente.
 
La BPI, que necesitaba una orden judicial para forzar a los proveedores del servicio a revelar los nombres y direcciones de los acusados, tiene el propósito de comenzar una medida legal.
 
"A simple vista, este parece ser un fuerte caso de infracción de los derechos de autor", dijo el juez Blackburneen en un comunicado divulgado por la BPI.
 
Hasta hoy, la industria musical golpeada por la piratería ha anunciado demandas contra unas 5.700 personas en Estados Unidos y otras 650 en Inglaterra, Italia, Francia, Alemania, Dinamarca y Austria.
 
"Los proveedores del servicio de Internet tienen ahora 14 días para obedecer la orden", dijo Matt Phillips, portavoz de BPI. "Por ahora, no sabemos quiénes son".
 
Una vez que la BPI obtenga los detalles, escribirá a los acusados, les alertará de las acusaciones y les ofrecerá la oportunidad de resolver el caso.
 
En otros países europeos donde el proceso legal está unos pasos por delante, las multas y los acuerdos han sido por miles de euros.
 
Entre la extendida publicidad negativa y las quejas de los grupos de consumidores, los directivos de la industria musical han defendido su decisión de demandar a los usuarios de los servicios de descarga e intercambio como manera de detener la caída de las ventas de CDs.