El Congreso de Bolivia sesionó ayer para decidir si inicia un histórico juicio de responsabilidades por genocidio y peculado contra el depuesto presidente liberal Gonzalo Sánchez de Lozada.

Miles de cocaleros,  estudiantes y trabajadores marcharon a La Paz para presionar que se enjuicie  al ex gobernante, derrocado hace un año por un cruenta revuelta popular.