El presidente paraguayo Nicanor Duarte destituyó este miércoles al ministro del Interior Orlando Fiorotto y al jefe de Policía, Umberto Núñez, tras la ola de indignación que generó el secuestro y asesinato de un niño de 10 años, hijo de un millonario tabacalero.
 
Duarte ordenó desde Berlín, donde realiza una gira oficial, la sustitución  de Fiorotto por el actual procurador general de la República, Nelson Mora, y la  de Núñez por el comisario Carlos Zelaya, ambos hombres de su confianza.
 
El escolar Aníbal Amín Riquelme Seif Eddine, secuestrado el lunes en las  inmediaciones de su colegio, fue encontrado muerto en un terreno baldío de las  afueras de Asunción, con signos de maltratos y rastros de ácido en la cara. El  informe médico reportó "edema pulmonar".
 
Su padre, el empresario Pedro Aníbal Riquelme, ya había soportado hace dos  años el secuestro de su hija mayor, por la que pagó un rescate de 50.000  dólares.
 
Tanto Mora como Zelaya asumieron la tarde de este miércoles y prometieron  en rueda de prensa hacer todos los esfuerzos a su alcance para aclarar el  asesinato.
 
En declaraciones a la televisión desde Alemania, el presidente Duarte  ofreció condolencias a los familiares y exhortó a sus conciudadanos "a actuar  con mayor solidaridad e integrar los esfuerzos entre todos. En esa dirección he  decidido tomar esta decisión", precisó.
 
El mandatario fue virtualmente intimado por las mayorías de las cámaras de  senadores y de diputados para proceder a la destitución de los dos funcionarios.
 
El presidente de la cámara de Diputados y una delegación de legisladores se  entrevistó este mediodía con el presidente en ejercicio, Luis Castiglioni, para  dar a conocer la posición de los congresistas en favor de la destitución.
 
A su turno, el Senado emitió un comunicado en ese sentido.
 
Óscar Salomón, el presidente de la cámara de Diputados, advirtió que  también debe renunciar el cuestionado fiscal general del Estado, Oscar Latorre,  amenazado de juicio político. "Es mejor que renuncie antes de ser objeto de  manoseos", afirmó.
 
Latorre, sin embargo, respondió inmediatamente que no renunciará.
 
Al asesinato del escolar, se sumó hoy el de otro estudiante, Horacio Lane,   de 17 años, quien recibió un balazo en la cabeza en un asalto a su domicilio,  ubicado en un privilegiado barrio de la capital paraguaya.