Miles de glaciares de la cordillera de los Andes se derriten progresivamente desde hace veinte años, lo cual representa además una amenaza para el suministro de agua potable de numerosas poblaciones, reveló un informe difundido este jueves en Quito.
 
El estudio, elaborado por investigadores franceses y ecuatorianos, es el resultado de una paciente investigación comenzada en 1991 en una decena de glaciares de los Andes, entre el Ecuador y la latitud 16 grados sur.
 
Pierre Gondard, representante del Institut de Recherche pour le Developpement (IRD), presentó hoy los resultados de estudio en Quito, en el marco de la conmemoración de los treinta años de la presencia de esa institución pública francesa en Ecuador.
 
La prospectiva ampliada de la investigación concluye que el fenómeno de "El Niño", combinado con el recalentamiento global del planeta, está provocando la fusión constante de los glaciares de los Andes.
 
Fuentes de la organización "The World Glacier Monitoring Service" consultadas por EFE a través de internet precisaron que se calcula en 7.601 el número total de glaciares, de muy diverso tamaño, que existen a lo largo de la cordillera de los Andes.
 
Argentina acumula el mayor número de ellos (2.706), seguida de Bolivia (1.696), Perú (1.679), Chile (1294), Ecuador (113), Colombia (106) y Venezuela (7).
 
Las fuentes agregaron que, según sus estimaciones, la recesión global de los glaciares puede estimarse en cerca del 9 por ciento desde hace diez años, en un fenómeno que tiende a acelerarse y pone en peligro el suministro de agua potable de numerosas poblaciones.
 
El informe del IRD presentado hoy en la capital ecuatoriana calcula que el 2 por ciento del total de los recursos de agua del planeta se encuentra en los glaciares, y el 95 por ciento en los océanos.
 
Como ejemplo significativo, el estudio cita el caso del volcán Cotopaxi, de 5.897 metros de altura y situado a 40 kilómetros al sur de Quito, que ha sido monitoreado ininterrumpidamente desde hace diez años.
 
La disminución del espesor del casquete glaciar del Cotopaxi se calcula en unos 300 metros en la última década, lo cual podría implicar su completa desaparición antes de doce años.
 
Cifras similares muestra el volcán Antizana, de 5.753 metros de altura y emplazado a 30 kilómetros al este de Quito, según los datos aportados por el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología de Ecuador (Inamhi).
 
En el mismo caso se encuentra el glaciar del Chacaltaya, en Bolivia, cuyo déficit anual pasó de 0,6 metros de agua, entre 1963 y 1983, a más del doble entre 1983 y 2003.
 
Los expertos temen que estos ejemplos son transpolables a una gran parte de todos los glaciares andinos, ya que la mayoría de los países de la región se ve afectado por el fenómeno climático de "El Niño".
 
Los científicos creen que el proceso es más grave en la zona de los Andes centrales, donde la prolongación de las fases calientes causada por el recalentamiento global provocan la subida de las temperaturas a un ritmo de 0.3 grados centígrados por década.
 
El fenómeno de deshielo -afirman los expertos- puede acelerarse en los próximos años a causa de la creciente deforestación y a un eventual aumento del agujero de la capa de ozono provocado por la emisión incontrolada de gases industriales.
 
De hecho, los glaciares de la zona tropical andina están sometidos a pérdidas constantes en su parte inferior, con especial incidencia en los meses del verano austral, entre octubre y abril, cuando el sol calienta más y predominan las fuertes lluvias.
 
Los glaciares alpinos europeos, por el contrario, son menos vulnerables al peligro del deshielo porque experimentan un largo período de acumulación en invierno y tan sólo una relativa pérdida de masa en la estación veraniega.