Cerca de 1,6 millones de personas, principalmente niños pequeños, mueren cada año a causa de enfermedades provocadas por la inhalación de humo proveniente de hornallas y de fuegos para cocinar dentro de las casas, dijo el viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
 
"Mientras que millones de muertes causadas por enfermedades conocidas frecuentemente salen en las noticias, la contaminación del aire en interiores continúa siendo un silencioso asesino sobre el cual no se hacen reportes", dijo la agencia de las Naciones Unidas.
 
Casi la mitad de la gente en el mundo utiliza para cocinar combustibles sólidos como el estiércol, la madera, los residuos de productos agrarios, y el carbón, que expiden sustancias dañinas que "elevan a más del doble el riesgo de enfermedades respiratorias como la bronquitis y la neumonía", dijo la agencia en un comunicado conjunto con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
 
Las mujeres y los niños que habitan en zonas rurales pobres de países en vías de desarrollo, donde queman madera para cocinar, se exponen a niveles de monóxido de carbono y de otros gases nocivos que son entre siete y 500 veces superiores a los niveles aceptados internacionalmente.
 
"La cantidad de humo de estos fuegos es el equivalente a consumir dos paquetes de cigarrillos al día", dijo la OMS, y añadió que cada 20 segundos una persona muere debido a los efectos de la "cocina asesina".
 
Niños menores de 5 años tienen particularmente el riesgo de contraer neumonía, con cerca de 900.000 muertes reportadas cada año relacionadas a la inhalación de humos. La bronquitis fue la principal causa de muerte en mujeres.
 
Aunque la solución a largo plazo sea reemplazar a los combustibles sólidos, existen medidas baratas y rápidas que los países en vías de desarrollo y las comunidades rurales pueden adoptar mientras tanto, dijo Eva Rehfuess, funcionaria técnica de la OMS para la contaminación del aire en interiores.
 
Mantener a los niños alejados de áreas con humo y utilizar madera seca junto con tapas en los sartenes para reducir los tiempos de cocción, son medidas simples que podrían reducir el número de víctimas, dijo Rehfuess.