La directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Carol Belamy, denunció ayer que cada año mueren en el mundo dos millones de niños por enfermedades contra las que existen vacunas.

Belamy reclamó medidas para favorecer su acceso en los países pobres.

“La industria (farmacéutica), los gobiernos y los líderes de las comunidades tienen la obligación moral y el interés personal de acabar con las distancias que existen entre los niños ricos y los pobres”, afirmó durante la apertura del Congreso Internacional de Vacunaciones, en Lyon (sureste de Francia).

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Para reducir las diferencias en este campo entre los países ricos y los pobres, Belamy propuso que la industria farmacéutica suministre vacunas a bajo costo a las naciones en vías de desarrollo.

Belamy solicitó a los gobiernos que movilicen los recursos humanos y financieros necesarios para llevar campañas de inmunización a las comunidades que no tengan acceso al sistema de salud.

La directora de Unicef afirmó que es necesario afrontar el doble reto de “asegurar el correcto suministro de vacunas” y llevarlas a todos los niños y niñas que no tienen fácil acceso a ellas. 
 
SALUD

CAMPAÑAS

Según Unicef, en la década del 80 se aceleró la cobertura de la inmunización, que llegó al 70% de los niños en el mundo, con las seis vacunas básicas contra el sarampión, difteria, poliomielitis, tos ferina, tuberculosis y tétanos. Desde 1990 la media global no ha cambiado, lo que provoca que dos millones de niños mueran cada año por enfermedades que se pueden prevenir con  vacuna.

CONGRESO

La Alianza Global de Vacunas e Inmunización organizó el Congreso Mundial sobre las Vacunas que se realiza en Lyon hasta mañana. En la cita participan especialistas del mundo entero del sector público y privado.