Dos militantes palestinos del grupo integrista Hamas murieron ayer por disparos de un avión sin piloto en el campo de refugiados de Jabaliya, al norte de la franja de Gaza mientras intentaban lanzar un cohete Qassam contra territorio israelí, informaron fuentes palestinas. Otros cuatro civiles fallecieron en ataques del ejército israelí, entre ellos una niña de 10 años, Samah Nassar, que fue alcanzada por proyectiles israelíes en la localidad de Beit Hanún, en el décimo día de la operación israelí denominada Días de Penitencia, que ha dejado 98 palestinos muertos.