La respuesta oficial a ese pedido no llegó, pero en cambio, la empresa que tiene a su cargo la readecuación del puente Rafael Mendoza Avilés y la construcción del puente Carlos Pérez Perasso anunció que debía paralizar ambas obras porque no ha recibido en varios meses los fondos correspondientes.

El problema se origina en que el Estado no ha resuelto quién asignará la contraparte nacional a un crédito concedido por la Corporación Andina de Fomento (CAF). Si no se define este asunto fundamental, se corre el riesgo de que a mediano plazo, aun los recursos que aporta la CAF se suspendan definitivamente.

Con posterioridad, no hemos observado una acción coordinada entre las distintas instituciones oficiales involucradas, para solucionar el problema, sino apenas el intento de algunos funcionarios de demostrar que la responsabilidad no es suya sino de otros.

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No eran justificaciones ni excusas lo que pedían los gremios de la construcción a comienzos de esta semana, sino hechos y resultados. Redoblamos ahora nuestro apoyo a esa justa exigencia.