La estafa, de la cual son objeto algunos compatriotas en nuestro país –como se dio en el “negocio” de un ruso para elaborar collares de fantasía– además de preocuparnos, es para molestarnos, como lo mencionan algunos de los afectados.

Para nosotros es sumamente difícil salir del país y entrar a otro, pero a ciertos extranjeros les es sumamente fácil entrar al nuestro, armar compañías fantasmas, estafar a los ecuatorianos y llevarse el dinero que  tanta falta nos hace.

Ese dinero robado, lo que es peor, no ha ingresado nada al país. En este tipo de robos no solo pierden los afectados sino Ecuador. El Estado debe vigilar que las personas que entran al país, no vengan a robarse el poco dinero que tenemos.

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Ing. Wimper Muñoz Martínez
Guayaquil