“Desarmar a la Policía Metropolitana”, más que una frase electoral aislada, implica como efecto multiplicador sembrar la confianza ciudadana, asignando el rol de detentar armamento intimidatorio, controlar centros reclusorios y participar en operativos de captura junto a la Policía Nacional (los metropolitanos serían solo disuasivos).

La propuesta viene en momentos en los que se hace necesario “atemperar” tanto agresividades manifiestas, como implícitas; o violencia verbal cuando, por ejemplo se nos manifiesta que antes de que  hayan llevado a los tercerizadores a la terminal terrestre, frecuentábamos “una pocilga”.

Enhorabuena este plan de desarmar agrupaciones no facultadas institucionalmente, para oxigenar todo un proceso electoral, para abrir el debate de regeneración urbana versus vigencia de derechos ciudadanos básicos, y hasta para generar las públicas autocríticas; primeros pasos hacia obligadas rectificaciones del accionar político.

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Ing. Agr. César Chávez
Guayaquil

Es tiempo de elecciones y ahora es cuando más se ve a los candidatos pasear por todos los barrios marginales, saludar a cualquiera que se les cruce, tratando de agradar a aquellas personas para así ganar su voto.

Se han visto muchas propagandas de candidatos que proponen el oro y el moro.

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El pueblo ya está cansado de tantas mentiras.

Pensemos en el futuro que le espera a la nación y elijamos con sabiduría y no por conveniencias.

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Recordemos que nosotros recogeremos las semillas de esos “honorables” aspirantes.

Wendy Falcones P.
Guayaquil