El autor del disparo, quien tiene permiso para portar armas, se entregó a la Policía, luego del incidente.

Un delincuente que asaltó a un pasajero de un bus de la línea 57, recibió un disparo por parte de otro ocupante del mismo transporte, quien trató de evitar el atraco.

El hecho ocurrió ayer, aproximadamente a las 07h00, cuando una unidad de la cooperativa Hermano Miguel, signada con el número 1645, placas GAL-897, circulaba por la avenida 25 de Julio, sentido sur-norte, cerca del hospital Teodoro Maldonado Carbo (del Seguro Social).

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Gonzalo Mejía, conductor del autobús, dijo que este venía con toda su capacidad y que de repente se percató que un joven se levantó de su asiento con un arma en la mano, amenazando a quienes venían dentro del bus.

“Se ve que el muerto es un chico joven, parece que no sobrepasa los 20 o 21 años. Realmente no tengo idea en qué sitio se habrá subido y si tenía cómplices, pues luego de lo que sucedió todos los pasajeros se bajaron asustados”, manifestó el chofer.

Danny Proaño Mosquera, pasajero del transporte urbano y víctima del robo, dijo que un antisocial se sentó junto a él, pero no se percató en qué lugar del trayecto.

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“El individuo sacó un arma, me amenazó y me exigió que le dé mis pertenencias. Su comportamiento (del asaltante) era muy agresivo, mi reacción fue entregarle mi celular para evitar cualquier tipo de acción peligrosa”, relató el perjudicado.

Proaño señaló que ante esa situación, otro de los pasajeros, identificado como Juan Antonio Zambrano Barrero, de 43 años, que  venía en el asiento de atrás, sacó un arma y disparó contra el delincuente, cuando este  levantó de su asiento y apuntó al resto de ocupantes del vehículo.

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“Yo trabajo en la compañía de seguridad Soadvisa, que presta servicios para la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD) y tengo permiso para portar armas; al ver que estaban asaltando en el bus y el ladrón venía hacia mí y me apuntó, rastrillé mi arma y le disparé”, narró mientras lloraba visiblemente alterado.

Minutos después del suceso, llegó la Policía, que condujo a Proaño y Zambrano a las instalaciones de la Policía Judicial del Guayas (PJ-G), donde el primero puso en la Fiscalía una denuncia por robo, mientras que el segundo fue detenido para investigaciones.

Al lugar arribó personal del departamento de Criminalística de la Policía, que tomó como evidencia dos armas: un revólver calibre 38 de fabricación nacional, que portaba el delincuente, y una pistola 9 mm que llevaba el autor del disparo, así como un celular, propiedad del asaltado.

El coronel Joel Loayza, jefe (e) de la PJ-G, explicó que el autor del disparo está sometido a investigaciones por lo que deberá estar detenido 48 horas o hasta que un juez emita la orden de libertad.

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El cadáver del antisocial, quien no fue identificado, vestía un abrigo azul, calentador del mismo color y zapatos deportivos blancos, se encuentra en la morgue del Área Médico Legal de la Policía.

SITUACIONES

24 HORAS
Una persona que se entrega a la Policía solo puede estar detenida 24 horas. Si pasado ese lapso no se ordena su detención para fines de investigación o la prisión preventiva que deberían pedir los fiscales a un juez de lo Penal,  tiene derecho a plantear un recurso de hábeas corpus para recobrar su libertad y no permanecer preso ilegalmente.

INDAGACIÓN PREVIA
Si ya se dictó una indagación previa los jueces deberían legalizar la situación del detenido, ya sea formalizando su detención para investigación, ordenando su libertad, o  iniciando la instrucción fiscal  imputándolo con dos variantes: Con prisión preventiva pedida al juez penal o imputándolo sin petición de prisión preventiva.

EN DEFENSA
Si una persona dispara a otra  que está apuntando con un arma para robar o matar, podría tratarse de un caso de legítima defensa en el que está tratando de evitar la comisión de un delito. Esto queda a criterio de los fiscales que pueden pedir a los jueces la prisión o detención y es facultad de estos últimos ordenarla  o abstenerse.