Mi carta anterior en la que me quejé de la mala atención del IESS (Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social) a los jubilados, al haberme hecho concurrir por seis ocasiones, pidiéndome cada vez nuevas copias de mis documentos, me la contestó la Dirección Regional que parece que no revisa lo que firma, ya que me hace aparecer de 80 años, cuando soy nacido en 1929 según consta  en todos los seis juegos de documentos presentados, que fueron revisados en la ventanilla 31A por un empleado que solo atendía los viernes de 07h30 a 11h30, y luego por una señora que atiende de 07h30 a 12h00.

Mi lucha no es por unos pocos dólares más, sino por los derechos de los afiliados y jubilados que somos maltratados por la burocracia prepotente e incapaz, que no pudo detectar  durante seis ocasiones que supuestamente yo no tenía derecho a una mejor pensión jubilar; dándose recién por enterada al día siguiente de publicada mi carta, cuando hasta la sexta ocasión me habían comunicado que “ya estaba todo listo”.

Para mi parecer, esto sería una retaliación por haber puesto en evidencia la incapacidad de personal del IESS en Guayaquil.

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Eduardo Cruz Granda
Guayaquil