Se tejen tantas noticias en torno al famoso bono “de la miseria”, tan promocionado por el Gobierno nacional, que el pueblo ya no sabe qué pensar.

Dentro de las listas elaboradas por seudotécnicos, existen filtraciones de señoras que utilizan ese bono para comprar tarjeta que activen sus celulares, de agnados y coagnados de jerarcas de ministerios que regalan ese bono a gente que no lo necesita.

En cambio, hay miles de personas que bordean la miseria y han sido separadas de esa pequeña ayuda gubernamental, y que al concurrir a reclamar tan injusta acción, la condenan a iniciar un penoso periplo de la Ceca a la Meca, pues en Hurtado y Esmeraldas, al no encontrar atención en ese lugar, concurren en masa a Cuenca y Los Ríos.
Posteriormente les mienten que donde les pueden indicar el porqué de la supresión del bono, es unas oficinas en El Guasmo, al sur de la ciudad. De ahí, a lo mejor, las envían a la capital de la república para decirles que ese dinero lo van a utilizar en campaña electoral.

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¿Por qué se burlan de la miseria de mujeres desamparadas?
¿Es que el poder ha hecho a gobernantes de turno tan insensibles al dolor humano?

Por favor, devuelvan a esas madres de familia que en verdad necesitan, su bono, no las condenen a tontear, a gastar dinero, que no lo tienen, en transporte, para finalmente decirles que ya perdieron esa ínfima ayuda.

Ab. Orlando Miño Barrionuevo
Guayaquil