Un submarino a propulsión clásica que la marina canadiense acababa de comprar a Gran Bretaña sufrió un incendio el martes en el Atlántico norte y se encontraba al amanecer del miércoles en espera de auxiliado y de remolcado por navíos británicos.
El submarino "Chicoutimi", a propulsión clásica (diesel-eléctrica), sufrió un incendio de origen aún no precisado cuando se hallaba en inmersión, señaló un portavoz del ministerio británico de Defensa.
El navío, que lanzó un pedido de auxilio a unos 180 km al noroeste de Irlanda, en el Atlántico Norte, será auxiliado este miércoles por navíos británicos, indicó el portavoz.
Poco después de captarse el pedido, la Royal Air Force envió un helicóptero al lugar, indicó, precisando que además de un helicóptero despachado desde Preswick (oeste de Escocia), la RAF ha previsto el envío de un avión de patrulla marítima de largo alcance Nimrod.
La tripulación, de 57 personas, está sano y salvo, pero nueve marinos fueron levemente intoxicados por el humo, indicaron diversas fuentes.
Dos fragatas de la marina real británica deben llegar la mañana del miércoles al lugar donde se halla el submarino para darle un primer auxilio y tres helicópteros se hallan en estado de alerta en Ballykelly, en Irlanda del Norte, en caso de necesidad.
Dos remolcadores, según el portavoz, se preparaban la noche del martes para ir en pos del submarino, cuyos motores han sido averiados por el incendio.
La señal de socorro fue enviada por al submarino fue escuchada por varias estaciones de guardacostas de Irlanda y el Reino Unido.
El "Chicoutimi" forma parte de un lote de cuatro submarinos construidos por la Royal Navy en los años 80 y que luego, a partir de junio de 2000, Gran Bretaña revendió a la marina canadiense.
El "Chicoutimi" (ex Upholder) fue entregado oficialmente a la marina canadiense el sábado pasado en Faslane y se dirigía hacia Halifax (Nueva Escocia, este de Canadá) cuando se declaró el incendio.
Este submarino, como sus primos "Victoria", "Windsor" y "Cornerbrook" (classe Upholder/Victoria), desplaza unas 2.150 toneladas en superficie y su tripulación normal es de unas 50 personas.
Este incidente tiene lugar en el peor momento para el gobierno canadiense, pues el primer ministro liberal, Paul Martin, se disponía a presentar ante la Cámara de los Comunes su programa de gobierno, que no incluye ninguna compra importante de material militar.
El Ejército canadiense es ridiculizado a menudo por su mal equipamiento y por la obsolescencia de su material bélico, objeto de una severa política de austeridad presupuestaria desde hace una década.