El volcán Santa Helena arrojó este martes una nube espectacular de vapor y ceniza, la mayor desde que reanudó su actividad y un indicio de que podría hacer erupción.
 
Una nube gris oscura y turbia se elevó miles de metros sobre la montaña antes de deslizarse varios kilómetros hacia el noreste.
 
El vulcanólogo Jake Lowenstern del Servicio Geológico de Estados Unidos dijo que la nube contenía   una cantidad significativa de ceniza mientras se elevaba rápidamente por encima de la montaña.
 
Se observó que el material ascendía desde varias chimeneas distintas en el cráter, lo cual podría significar que las cosas comienzan a desintegrarse (en el interior), dijo Lowenstern desde la oficina del Servicio Geológico en Vancouver, Washington.
 
La montaña ha estado arrojando vapor diariamente desde el viernes, en medio de una serie de pequeños sismos y temblores de origen volcánico.
 
El Servicio Nacional Climatológico emitió un aviso sobre posible caída de ceniza, afirmando que vientos de 30 a 40 kilómetros podrían acarrearla al noreste del condado Skamania, escasamente poblado, donde está ubicado el monumento nacional Santa Helena.
 
Tenemos muchos cazadores en la zona porque es temporada de ciervos, dijo el subalguacil Dave Cox, del condado Skamania.
 
Las autoridades en el Centro para Visitantes Coldwater Ridge, ubicado a 14 kilómetros de la montaña, dijeron a decenas de personas que no condujeran vehículos si los alcanzaba la ceniza. Sin embargo, la nube se dirigió hacia el este.
 
Ken Marshall vino conduciendo desde Valley Springs, California, con la esperanza de ver una erupción.
 
Casi tiene la precisión de un reloj, dijo.   Arroja vapor en la mañana y el resto del día hay temblores y caída de rocas.