Perla Amores no se cansa de repetir que lleva tres años pidiendo justicia para su hija, de 11, quien sufrió heridas en diferentes partes del cuerpo tras el atropellamiento del cual fue víctima, y que ahora la  dejó lisiada de por vida.

Su caso pasó por el Juzgado 6º de Tránsito, y según ella afirmó, ninguna respuesta ha tenido su denuncia desde el tiempo que su pequeña sufrió el accidente.

Amores explicó que el 13 de agosto del 2001 nunca se borrará de su memoria, porque  ese fue el día en que su hija, Graciela Zambrano, que en ese entonces tenía 8 años, fue atropellada en su intento de cruzar la calzada.

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El percance ocurrió en la avenida 25 de Julio, cuando un bus de la línea 28 impactó a la menor provocándole graves lesiones.

La menor, ahora de 11 años, señaló que a un lado han quedado sus sueños de convertirse en doctora y ayudar con el sustento diario a sus familiares, ya que a consecuencia del accidente no puede valerse por sí misma.

Su madre contó que luego del arrollamiento, la pequeña  tuvo que ser intervenida quirúrgicamente por cuatro ocasiones en el hospital Roberto Gilbert, donde permaneció veinte días en  coma.

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Durante ese tiempo, indicó Perla Amores, debió afrontar los gastos médicos que fueron muy altos, y lidiar con la incertidumbre que le causaba ver a su hija inconsciente en la cama del hospital.

Recordó que cuando su pequeña despertó del coma no volvió a ser la misma, pues las cicatrices físicas que le dejó el accidente, también le dejaron graves secuelas internas.

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Sostuvo que su hija sufre de continuos dolores de cabeza desde ese día. Amores aseguró que son tan fuertes que no le permiten estudiar, por lo que no ha podido regresar a la escuela desde que sufrió el accidente.

La pequeña Graciela no camina con normalidad y tampoco puede coordinar sus movimientos a consecuencia de las graves lesiones que recibió en la cabeza durante el percance.

Amores aseveró que el propietario del bus, Adolfo Villafuerte, se comprometió a cubrir los gastos médicos y la recuperación de la menor, pero según ella, estos solo fueron ofrecimientos. “Yo todavía espero que los jueces hagan justicia por mi hija”, agregó.

Situación: Desde el 13 de agosto del 2001 en que Perla Amores instauró la demanda, no ha recibido respuesta alguna.

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Juzgado: Sexto de Tránsito

Número de juicio: 86-2001

Involucrado: Adolfo Villafuerte, propietario del bus 1277 de la línea 28.

Detenido: Ninguno