El volcán Saint Helens (Washington, noroeste)  se prepara para despertar una vez más, luego de una breve erupción la víspera  que causó el pánico entre una población que aún recuerda los efectos  devastadores que dejó la explosión de la montaña 24 años atrás. 
 
"En este momento estamos en un alerta dos (de cuatro); una erupción similar  a la de ayer (con exhalaciones de humo y ceniza) podría suceder en cualquier  momento", dijo a la AFP, Catherine Pucket, del Centro Nacional de Información  Geológica y Terremotos de Estados Unidos (USGS). 
 
Tras la erupción de la víspera "en un primer momento la actividad sísmica  disminuyó pero luego volvió a aumentar en frecuencia e intensidad rápidamente,  con temblores que alcanzaron los tres grados (de la escala abierta de  Richter)", añadió la funcionaria. 
 
"En este momento estamos monitoreando la situación", precisó. 
 
La víspera a las 11H57 hora locales (18H57 GMT) el volcán se despertó tras  18 años de inactividad y lanzó durante 25 minutos una densa columna de humo  blanca acompañada de pequeñas exhalaciones de ceniza. 
 
"Esta fue una pequeña erupción desde el domo de lava", indicó el sismólogo  John Major de la USGS durante una conferencia de prensa en la que subrayó que  no hubo exhalaciones de lava. 
 
De todas maneras, los expertos vaticinaron que ése fue apenas el comienzo  de la reanudación de actividad del volcán. 
 
"La historia de este volcán muestra que esto podría ser tan solo el  comienzo de muchas erupciones", dijo a la AFP, Jeff Wynn, director del  departamento volcánico de USGS. 
 
Ante un fuerte aumento de la actividad sísmica en la semana, que el  miércoles se agravó con temblores que llegaron hasta los tres grados en la  escala abierta de Richter con ocurrencias cada 3 a 4 minutos, los expertos  habían vaticinado que el temido volcán podía despertar. 
 
La última vez que el volcán entró en erupción fue en 1986. De todas  maneras, ni la explosión de ese año ni la de ahora en nada se parecen a la de  24 años atrás, que dejó al menos 57 muertos y arrojó al aire millones de  toneladas de material volcánico. 

El volcán Saint Helens forma parte del cordón montañoso conocido como  Cascade Mountains, que cruzan un sector importante del noroeste de Estados  Unidos.