La intervención militar israelí en el norte de la franja de Gaza se cobró seis nuevas vidas palestinas este viernes, lo que eleva a 44 el número de muertos desde que el ejército lanzó el martes este operativo para impedir los disparos de cohetes contra su  territorio.
 
En el campamento de refugiados de Jabaliya, donde tienen lugar los combates  más intensos, dos activistas armados del movimiento radical Hamas resultaron  muertos en un ataque aéreo israelí, que provocó heridas a un tercero y a tres  civiles.
 
La incursión apuntaba a un grupo de activistas concentrado ante una  mezquita en la zona oriental del campo, el más grande de la franja de Gaza, con  más de 100.000 refugiados.
 
Los activistas se aprestaban a disparar un cohete de fabricación casera  Qassam, aseguró un portavoz militar israelí.
 
Poco después, otros tres palestinos murieron y diez resultaron heridos en  otro ataque de helicópteros en el mismo campo, indicaron fuentes médicas y  testigos.
 
Por el momento fue imposible determinar si esas tres víctimas fatales eran  activistas o civiles.
 
Más al norte, el ejército mató a un activista palestino y arrestó a otros  seis cerca del puesto fronterizo de Erez, según fuentes militares israelíes.
 
Los siete formaban parte de un grupo de activistas "armados y que contaban  con un artefacto explosivo de 30 kilos" que habían ocupado un puesto de la  policía palestina al sur de Erez.
 
Los soldados israelíes se acercaron a la posición, mataron a uno de los  activistas que intentó dispararles y detuvieron a los otros seis, detallaron  las fuentes.
 
En el mismo sector continúa el intercambio de disparos entre otros  activistas y los soldados, agregaron.
 
Treinta y dos palestinos, así como dos soldados y una mujer de las  colonias, resultaron muertos en el norte de la franja de Gaza en la jornada del  jueves, que la prensa palestina de este viernes calificó como "masacre" y  "jueves negro".
 
Un centenar de tanques israelíes entró al sector en la noche del jueves  luego de que el primer ministro israelí, Ariel Sharon, diera la luz verde para  que el ejército ampliara su operativo, dijeron fuentes de la seguridad  palestina.
 
Israel amenazó el viernes con ampliar todavía más ese dispositivo, uno de  los más importantes lanzados en la franja de Gaza desde el comienzo de la  Intifada en septiembre de 2000, si los palestinos continuaban lanzando  cohetes.
 
"Si los tiros de cohetes continúan, ampliaremos nuestro operativo en el  terreno y seremos más agresivos", declaró a la AFP un alto responsable israelí  que pidió el anonimato.
 
La operación podría limitarse "si logra rápidamente su objetivo de detener  completamente los tiros de cohetes", que causaron la muerte a dos israelíes el  miércoles en Sderot (sur de Israel), aseguró la fuente.
 
Además, continuó, el plan de Sharon para el desmantelamiento de las  colonias en la franja de Gaza, previsto para septiembre de 2005, no podrá  concretarse "bajo el fuego".
 
"Será necesario un período de calma y estabilidad en la franja de Gaza  antes de que se concrete. Estamos trabajando en eso", señaló. Además, dijo, el  ejército israelí está estableciendo una zona "de amortiguación" de una  profundidad de unos 6 km en la franja de Gaza "para alejar a los lanzacohetes  de la ciudad de Sderot".
 
"En la franja de Gaza reina el caos, para resolver el problema necesitamos  tener más iniciativa y ser más agresivos", declaró por su lado el ministro de  Asuntos Sociales, Zevulon Orlev, a la radio estatal.
 
Las últimas víctimas fatales elevan a 4.399 la cantidad de personas muertas  desde el inicio de la Intifada, de los cuales eran 3.375 palestinos y 953  israelíes.