Pese a las protestas de la iglesia Católica, el gabinete español propuso este viernes un anteproyecto de ley que permita los matrimonios del mismo sexo y que los homosexuales puedan adoptar niños.
 
Esta legislación propuesta sacude una barrera de siglos de antigüedad, destacó el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, en el Palacio de la Moncloa, residencia oficial del presidente del gobierno español y sede de las reuniones semanales del gabinete ministerial.
 
El anteproyecto de ley fue refrendado por el gubernamental Partido Socialista, que venció al Partido Popular en las elecciones de marzo.
 
La diputada Isaura Navarro, de la alianza comunista Izquierda Unida, dijo que el bloque respaldó desde el primer momento la medida.
 
En la adopción debe primar el bienestar del niño con independencia de la orientación sexual de los padres, dijo el presidente del grupo Plataforma Popular Gay. Además, indicó que un niño adoptado por una pareja homosexual es un hijo deseado, un niño que será querido.
 
Sin embargo, la iglesia Católica ha expresado enfáticamente su desacuerdo. Hace unos días Juan Antonio Martínez Camino, vocero de la Conferencia Episcopal Española, dijo que permitir matrimonios entre homosexuales es como implantar un virus o una moneda falsa en la sociedad, porque daña la estructura familiar.
 
Si el Parlamento aprueba la legislación, España se unirá a Bélgica y Holanda, que han legalizado los matrimonios gays.
 
Suecia y Dinamarca han legalizado uniones civiles del mismo sexo, que no tienen el alcance de un matrimonio legalizado. No obstante, en ambos países la unión puede ser bendecida por la iglesia luterana, religión oficial del estado.