Las provincias canadienses de Manitoba (centro) y Nouveau-Brunswick (sureste) se convirtieron este viernes en las primeras en el país en poner en vigor una legislación que prohíbe fumar en lugares públicos.
La legislación es la primera de su tipo con alcance provincial, aunque algunas localidades en Canadá cuentan ya con leyes anti-tabaco.
Las multas que podrían sobrepasar los 2.500 dólares canadienses (1.975 USD) para los establecimientos y serían de unos 395 dólares para fumadores impenitentes.
Las disposiciones abarcan sobre todo los comercios, bares o restaurantes, edificios públicos y lugares de trabajo.