El ministro de Gobierno, Raúl Baca, exigió al Congreso definir una fórmula para repartir puestos.

La resolución tomada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) la noche del martes anterior, para distribuir los escaños en las elecciones seccionales de octubre próximo, generó malestar entre los mismos vocales.

“¿Cuál será el grado de legitimidad de los candidatos ganadores en las elecciones del 17 de octubre?”, preguntó ayer el vocal que votó en contra de la resolución, Carlos Aguinaga (DP). “La determinación del TSE carece de legalidad, el único organismo llamado a legislar es el Congreso, lo actuado traerá problemas en el ambiente electoral”, añadió.

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El presidente del TSE, Nicanor Moscoso (Prian), respondió: “¿Qué pasaba si nos cruzábamos de brazos y no corríamos ningún riesgo jurídico, es preferible hacer y que el país señale a quienes cumplen y a quienes no (refiriéndose a los diputados)”.

Moscoso, inconforme con el método Imperial aprobado por los vocales de Pachakutik, Izquierda Democrática (ID), Partido Social Cristiano (PSC) y Partido Conservador (PC), recalcó que “esta resolución del TSE es de emergencia” y que todavía puede ser revertida por los legisladores.

Según José María Cabascango (Pachakutik), el Tribunal actuó preocupado “por tener las reglas claras” para los comicios y aseguró que el método cumple con lo determinado por el artículo 99 de la Constitución sobre la proporcionalidad de los votos, el respeto a las mayorías y la representación de las minorías. “Lo hicimos por una situación coyuntural provocada por el Congreso”, explicó.

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En tanto, el ministro de Gobierno, Raúl Baca, aseguró que el TSE no tenía facultad legal para la aprobación de ninguna fórmula, “pues si bien su función es la de organizar, vigilar y garantizar el proceso electoral, esto no significa que pueda legislar”.

Baca exigió al Congreso que defina un mecanismo que garantice la participación de las minorías. No descartó que el Ejecutivo interponga una acción legal para impugnar la resolución del TSE.

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El sistema de distribución de escaños aprobado por el TSE fue una propuesta del vocal de la ID, Jorge Valdospinos, a la que se adhirieron los otros tres vocales. En la redacción del documento, el TSE no le da un nombre específico, pero se trata del método Imperial, o el Imperiali, también conocido como Webster Modificado por sus divisores.

La fórmula se aplica dividiendo los votos totales de las listas, por jurisdicciones (provincias o cantones), para los números 1; 1,5; 2; 2,5; hasta la cifra que sea necesaria, según los escaños por repartirse.

Se determina a los ganadores según los resultados de la operación matemática (los votos para los divisores) desde las cantidades más grandes hasta las más pequeñas.

Germán Rojas, profesor de la Universidad Politécnica Nacional, explicó que mientras más estrecho es el margen entre los divisores (en este caso 0,5) se benefician las mayorías y mientras más grande (dos o hasta tres dígitos) se favorece a las minorías.

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Moscoso explicó que con el método Imperial puede ocurrir que a una lista que logró el 40% de la votación se le entregue el 60% de los puestos.

No obstante, Aguinaga aclaró que eso se dará más en las jurisdicciones medianas y grandes, en las que se eligen más de seis autoridades. En una localidad pequeña la distribución será la misma, dijo.