José Francisco Cevallos Villavicencio vuelve a sonreír. Las lágrimas que en abril pasado humedecían fácilmente sus mejillas, ya no se escapan más. Ahora en el rostro del guardameta, de Barcelona y la selección nacional, solo se puede observar optimismo.

La razón: después de cinco meses de exigentes jornadas entre el gimnasio, la terapia diaria de rehabilitación y el gramado, ha superado la rotura del tendón rotuliano de la rodilla izquierda y ahora se alista para volver a recuperar la titularidad, tanto en su equipo como en la Tricolor.

Con mucha sencillez, como todo un debutante que se alista para el estreno, él cuenta que se siente muy ansioso. Motivado. Feliz. Dice que está en perfecto estado físico. Es más, se atreve a sostener que de la lesión solo le quedan las cicatrices. Notorias, pero son solo una huella, porque hoy nada le duele, ni le molesta.

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Cuando comienza a hablar de lo que fue el proceso de recuperación, Pepe Pancho, como también se conoce al portero nacido en Ancón, Guayas, recuerda a quienes lo han ayudado todo este tiempo. Entre ellos, menciona a su amigo y ex compañero de equipo, Walter Rolando Guerrero, a quien hoy llama “Profesor”. Le dice así por respeto y también como para ser un ejemplo de todos los chicos que Rolo dirige en la Sub 20 de Barcelona.

Guerrero es quien guía a Cevallos en los trabajos de gimnasio, desde hace unos dos meses y medio. Jornadas matinales de dos horas han ayudado al guardameta canario a tonificar sus músculos. Pero lo más importante de todo es que, con la exigencia realizada, el tendón semitendinoso (ubicado en la cabeza de la tibia) que se usó para reconstruir el rotuliano (que une la rótula con la tibia) se acopló y hoy es como una parte más de su rodilla izquierda, sobre la que se apoya sin ninguna molestia en los entrenamientos.

Pero, ¿cuándo podrá atajar Cevallitos? Dice Guerrero, quien también es preparador de arqueros del primer plantel amarillo, que el jugador está listo y que todo depende del cuerpo técnico. Ahora solo le falta que entre en actividad, pero no en los entrenamientos sino en partidos oficiales, para que recupere la confianza.

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Él dice que el arquero se mejoró rápido, en cinco meses y no en los seis como dijeron en principio los médicos que lo atendieron. Incluso la flexión de su rodilla es perfecta. Parece que nunca se lesionó.

Es lo que siente Cevallos, quien confiesa que solo le falta ritmo para impedir los goles que hoy le llegan en los entrenamientos, en los que corrige  errores y quiere perfeccionar sus posturas para no fallar.

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Cuando analiza lo que ha sucedido en las porterías de Barcelona y la Tricolor, mientras ha estado fuera de las canchas, José Francisco elogia los rendimientos de Edwin Villafuerte y Geovanny Camacho. Reconoce que su lesión permitió que sus compañeros, que siempre trabajaron silenciosamente, demuestren que (detrás de él) en Ecuador sí hay excelentes guardametas.

Al ser consultado si mantiene la posición de dejar el fútbol si Barcelona no es campeón en el 2004, fue sincero. Piensa que si termina de titular sí, porque es hombre de palabra. Pero al instante como que rectificó en algo esa expresión y dijo que, si no tiene oportunidades,  jugará varios años, porque –tras la lesión, que gracias a Dios superó– siente que tiene una revancha. Quiere complacer a la afición, no solo a la barcelonista, que siempre le deseó suerte. Sueña triunfar en la cancha, como ya triunfó en la vida...

"Mi lesión también sirvió para que todos vean que acá hay excelentes arqueros (como Edwin Villafuerte y Geovanny Camacho) que no habían tenido la oportunidad, pero que  se han consolidado."

"Estoy  agradecido con Dios, mi familia y toda la afición, no solo la barcelonista, por la fuerza que me dieron cuando los necesité. La lesión que sufrí hoy es historia y ahora solo anhelo volvera competir."

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