George W. Bush y John Kerry, los dos candidatos  a las elecciones presidenciales norteamericanas de noviembre, afianzaron sus  estilos diferentes este jueves durante su primer debate televisado en directo,  sin cometer errores mayores e intercambiando sus argumentos habituales.
 
El senador demócrata de Massachusetts (noreste) John Kerry, de 60 años de  edad, lanzó sus argumentos con voz fuerte, desde su estatura de 1m95. A  continuación, el presidente republicano George W. Bush, de 1m80, apareció un  poco más estrecho.
 
Fiel a su reputación, Bush mezcló en los diez primeros minutos los nombres  del ex dictador iraquí Saddam Hussein y del líder de Al Qaida, Osama bin  Laden.
 
"Por supuesto perseguimos a Saddam... eh, Osama bin Laden", dijo Bush en  respuesta a las acusaciones de Kerry adversario según las cuales la guerra en  Irak desvió a Estados Unidos de la lucha del terrorismo.
 
Sin embargo el demócrata también cometió el mismo error algunos minutos  antes, con lo cual los marcadores quedaron en punto cero.
 
Bush hizo referencia, desde el inicio del debate, a los atentados  terroristas de setiembre de 2001 que dejaron unas 3.000 víctimas en Estados  Unidos. Luego justificó la guerra contra Irak por la amenaza que representaba  Saddam Hussein, argumento reiterado durante su campaña electoral.
 
Kerry, trató de explicar su voto favorable a declarar la guerra contra  Irak, con el argumento de que el texto votado en el Congreso prevía que esta  sería en "última instancia".
 
"Estas palabras quieren decir algo más para quien ha estado en combate",  afirmó el candidato demócrata, recordando de esa manera indirectamente su  experiencia en la guerra de Vietnam.
 
A los ataques de su adversario republicano sobre sus declaraciones  contradictorias sobre la guerra, acusándolo de que no tendría la capacidad  necesaria para ser comandante en jefe, Kerry respondió con una interrogación:  "tuve un error en la forma en que me expresé sobre la guerra, el presidente ha  tenido un error al invadir Irak. ¿Qué es lo peor?".
 
"Esto es absurdo", espetó por su parte Bush, un poco irritado, a Kerry, que  lo acusó de descuidar el punto de vista de las Naciones Unidas antes de  lanzarse a la guerra. Bush enumeró los países que han apoyado a Estados Unidos,  citando sobre todo a Gran Bretaña, Polonia y Japón.
 
Militantes de las campañas respectivas recorrieron las filas de asientos  de  los periodistas que siguieron el debate distribuyendo volantes con ironías  sobre las declaraciones de uno u otro candidato, o elogios a sus mejores  aspectos.
 
Bush usó un tono grave para evocar los soldados muertos en combate en Irak  y en Afganistán.
 
Pero también supo utilizar el humor, ya que cuando Kerry lo acusó de  haberse equivocado de enemigo al atacar a Saddam Hussein, replicó "Sé que Osama  bin Laden nos ha atacado, lo sé".
 
El presidente republicano también asumió un tono íntimo, evocando sus hijos  y los de Kerry y pareció sincero al reconocer los actos de heroismo del senador  demócrata en Vietnam. Kerry pareció más distante en ese mismo tema.
 
Diferentes por el estilo, los dos adversarios se mostraron  extraordinariamente similares en la vestimenta. Completamente oscura, camisa  blanca, bandera norteamericana en la chaqueta y corbata azul para Bush, roja de  Kerry.
 
Ante ellos, un pequeño indicador electrónico marcó una luz verde cuando a  cada contrincante le correspondía la palabra, rojo si este se excedía. El  moderador dispuso un timbre para los interrumpirlos en caso de que se  extendieran, pero no fue usado durante los 90 minutos del enfrentamiento  verbal.