Rafael, el estudiante de 15 años autor de la masacre de la escuela Islas Malvinas en la población argentina de Carmen de Patagones, que dejó el martes a tres de sus compañeros muertos y otros seis heridos, permanecía aislado y con custodia especial. Mientras, una silenciosa multitud sepultó a las víctimas.

Según testigos el joven dijo: “Hoy va a ser un gran día”, frase atribuida en la película de ficción Elephant, de Gus Van Sant, a los autores de la matanza de trece personas en la escuela Columbine, en Littleton, Colorado, EE.UU., el 20 de abril de 1999.

La tragedia se narró también en el documental del estadounidense Michael  Moore Bowling for Columbine.

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Los compañeros de Rafael  afirman que el adolescente, tímido y con dificultades para integrarse socialmente, se paró en la puerta del aula con una pistola Browning 9 mm. y, sin decir palabra, disparó.

Sociedad y violencia
La violencia social se agravó en Argentina desde el 2001 tras la revuelta que provocó la caída del presidente Fernando de la Rúa, por el fracaso del modelo económico.

En Argentina actualmente hay una desocupación del 14,8%, pobreza creciente, avance de las drogas, entre otros factores que han provocado aumento de delitos, des-integración familiar y proliferación de patologías como depresión y ansiedad.

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“En los últimos años se produjo un fuerte crecimiento de la violencia y la escuela no podía quedar al margen”, afirmó la psicóloga Elizabeth González Montaner.

En agosto del 2000, un joven de 19 años, harto de las burlas de sus compañeros, les disparó y mató a uno de ellos; en noviembre del 2001, un joven fue abaleado por estudiantes mujeres en la ciudad de Bariloche; en octubre del 2003, una maestra de la provincia de Mendoza recibió un golpe con una baldosa que le fracturó el cráneo.

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El pasado 2 de julio una alumna de 12 años fue golpeada por sus compañeras de una escuela de La Plata, y ayer un niño de 8 años fue acuchillado por una compañera de 9 en una escuela de Buenos Aires.

Pero la violencia escolar se extiende también a otros países latinoamericanos: ayer, en Bucaramanga, Colombia, un estudiante de 17 años mató a puñaladas a un condiscípulo de 19 y en Chile, un niño de 14 años fue herido por un compañero con un cuchillo.