El director general de derechos humanos de la Cancillería, Julio Prado Espinosa, aseguró ayer que los diálogos con la comunidad Sarayacu no están rotos.

Reconoció que se suspendieron durante una semana por unas declaraciones realizadas por el ministro de Energía y Minas, Eduardo López, que resintieron a la población, pero “nunca se cerró el diálogo”.

Para el próximo martes  está previsto un nuevo encuentro en las instalaciones de la Cancillería, aunque los dirigentes de la comunidad amazónica todavía no han confirmado su asistencia.

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La Comisión busca aplicar las cuatro medidas precautelares que dictó la Corte Interamericana de Derechos Humanos al Ecuador, hasta el momento, indicó Prado, “hemos avanzado en el primer punto sobre la seguridad”.

Los tres puntos restantes hacen referencia a la libre circulación de los habitantes por su territorio; investigación de las agresiones cometidas en contra de sus líderes; y el respeto a su territorio ancestral.