Más de cien extranjeros han sido secuestrados en Iraq desde abril y unos 30 fueron asesinados.

Pese a la violencia que domina la situación iraquí, ayer se  liberó a dos cooperantes italianas, dos de sus colegas iraquíes y cuatro ingenieros egipcios.

Tras 21 días de secuestro, las italianas, Simona Pari y Simona Torretta, ambas de 29 años, de la oficina de la Organización No Gubernamental (ONG) Un Puente para Bagdad, y los iraquíes Alí Raad Ali Abdul Aziz y Manhaz Assam, jefa de proyecto de la organización italiana Intersos, fueron entregados ayer en un barrio de Bagdad.

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La captura se la atribuyó el grupo Ansar Al Zawahri, que exigió la retirada de militares italianos de Iraq.

Las dos Simona, vestidas con túnicas largas claras, llegaron anoche a Roma, donde fueron recibidas por el jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi; el viceprimer ministro, Gianfranco Fini; el alcalde de Roma, Walter Veltroni; y Francesco Rutelli, uno de los líderes de la oposición. Como señal de solidaridad y felicidad, el célebre Coliseo de Roma fue iluminado anoche.

Las dos cooperantes iban a pasar unos momentos de intimidad con sus familias antes de ser  interrogadas por jueces encargados de la instrucción de su secuestro.

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Italia recibió con gran alivio y júbilo la liberación de las dos Simona y el papa Juan Pablo II afirmó estar “lleno de alegría”.

Berlusconi dijo que las dos jóvenes podrían dar un beso anoche a sus familiares, pero no precisó las condiciones en que estas fueron liberadas aunque el periódico kuwaití Al Rai Al Am y el diario italiano Corriere della Sera mencionaron el pago de un rescate de un millón de dólares.

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Más liberaciones
Horas antes fueron soltados cuatro de seis empleados de la compañía egipcia de telecomunicaciones Orascom,  secuestrados la semana pasada en Iraq: Alaa Maqar, Amir Daud, Tarek Abdelatif y Medhat Rezq.

Un emisario francés, que negocia la liberación de los  dos periodistas franceses, Christian Chesnot y Georges Malbrunot, rehenes en Iraq desde hace más de un mes, afirmó al canal de televisión Al Arabiya que había alcanzado un acuerdo para su  liberación.

Mientras, Gran Bretaña espera que un grupo dirigido por Abu Musab Al Zarqawi, aliado de la red islámica Al Qaeda, devuelva al contratista inglés Kenneth Bigley, quien permanece en cautiverio, y cuyos dos compañeros estadounidenses,  Jack Hensley y Eugene Armstrong, ya han muerto decapitados.

Al Zarqawi anunció ayer en un sitio en Internet que había ejecutado a Nadia Abdulwahhab Matlak, funcionaria de inteligencia iraquí y secuestrado a tres de sus colegas.

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