Un grupo de las fuerzas de elite israelíes condenó las tácticas militares de mano dura contra los palestinos, el ejemplo más reciente de disenso entre las filas del ejército sobre sus acciones en Cisjordania y Gaza.
 
Un pasaje de una carta de protesta que escribieron a su comandante, el jefe de la fuerza aérea israelí, apareció el martes en los diarios de Israel, en el cuarto aniversario del levantamiento palestino.
 
Los cuatro oficiales de la unidad aérea Shaldag denunciaron el "hostigamiento sistemático de la población palestina", citando las operaciones de su escuadrón en Cisjordania y la demolición de casas palestinas durante las incursiones.
 
El ejército dice que las demoliciones a veces son necesarias para eliminar el encubrimiento que utilizan los radicales que atacan a las tropas.
 
Los palestinos y los grupos de derechos humanos dicen que las demoliciones representan un castigo colectivo a la población.
 
Varios reservistas de la unidad de elite Sayeret Matkal, el equivalente a la Fuerza Delta estadounidense o las SAS británicas, dijeron en diciembre del año pasado que no estaban dispuestos a prestar servicio en Cisjordania y Gaza.
 
Para la misma época, algunos pilotos de la fuerza aérea dijeron que no realizarían ataques aéreos contra radicales, otra táctica frecuente, porque esas incursiones también provocan bajas civiles. Pero estas expresiones de disenso no se han convertido en un movimiento más amplio.
 
Una fuente militar israelí dijo que el jefe de la fuerza aérea, Eliezer Shkedi, habló con los comandos y "tomó nota de sus argumentos".
 
Los oficiales, indicó la fuente, insistieron que independientemente de sus opiniones, continuarían su servicio en el ejército.
 
El general Moshe Yaalon, jefe del estado mayor conjunto, creó una conmoción política el año pasado cuando señaló que las fuertes medidas militares que afectaban a la población palestina podría estar profundizando el encono que lleva la violencia, y que deberían reconsiderarse.