La preocupación principal de los habitantes de la provincia es la inseguridad, pues aseguran que a pesar de los controles se ha incrementado la violencia debido al conflicto del vecino país del norte.

Lago Agrio, es una población que ha crecido con una imagen de inseguridad debido a su cercanía con Colombia, país del norte en el que se desarrolla un conflicto bélico, desde hace más de cincuenta años con grupos insurgentes.

Ha tenido cambios importantes en los últimos cuatro años. Lo que a simple vista se observa son vías  asfaltadas y adoquinadas, muchos barrios tienen alcantarillado y luz eléctrica, pero también están los grandes baches en calles céntricas, como la Av. Quito.

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Pero la obra más importante que la gente reconoce y que coincide con el análisis del propio alcalde con licencia, Milton Abad, es el agua potable, sueño de los habitantes de Lago Agrio por más de 30 años.

Abad, es afiliado al Movimiento Popular Democrático, considerado de extrema izquierda, ya cumplió su segundo periodo en el Municipio y ahora busca el tercer mandato por el mismo partido.

Aunque algunos barrios como el Central se quejan de que el líquido llega sin fuerza y, además, es demasiado caro (50 centavos por metro cúbico). El funcionario sostiene que el servicio se amplió y ahora abastece al 84% de la población urbana.
Una de las obras que más genera polémica en la ciudad es la construcción del centro comercial popular en el barrio Villa Flora. El Alcalde empezó la obra para reubicar a 176 vendedores informales, pero sin haber negociado definitivamente los términos de su traslado.

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“A los comerciantes minoristas nos ofreció un mercado central pero no lo construyó, luego como alternativa decidió emprender el actual centro comercial, pero resulta ser muy pequeño y peligroso, por lo que no iremos cuando esté listo”, expresa Freddy Massa, presidente de la Federación de Comerciantes Minoristas de Sucumbíos.

Los minoristas se quejan porque los locales son pequeños y no hay parqueaderos para los compradores, pero también destacan lo que califican como arrogancia de Abad, pues lo buscaron para dialogar pero no los ha recibido.

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Además, varias organizaciones de la sociedad civil como el Colegio de Arquitectos de Sucumbíos, tienen serios cuestionamientos a la construcción del centro comercial. “El proyecto es antifuncional para el mercado informal porque hay deficiencias técnicas y de conceptos. En principio fue diseñado para dos plantas pero vemos que está construyendo para cuatro”, asegura Marco Haro, de la comisión académica de ese colegio.

El Alcalde se defiende, afirma que el proyecto sí cumple las especificaciones técnicas, y considera que “siempre la oposición busca la quinta pata, es comprensible sobre todo ahora que muchos de ellos están de candidatos”.

Mientras la Cámara de Turismo de la provincia señala que el Municipio no hizo nada por apoyar esta actividad, el funcionario asegura que esa tarea no le compete porque es una actividad meramente privada. Sin embargo en su plan ofreció reactivar el turismo en la ciudad.