Los paramilitares ejercen un profundo control  político y económico en la tercera parte de Colombia, que incluye el manejo de  cargos y recursos públicos y una amplia base social, según investigaciones de  prensa, publicadas ayer, que sugieren una “paramilitarización” del  país. Los grupos imponen sus candidatos, controlan presupuestos y actividades legales e ilegales, según el diario El Tiempo.