Antes de desembolsar $ 75 millones para la construcción del nuevo aeropuerto de Quito, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) evalúa las condiciones ambientales del proyecto.

Ernesto Monter, consultor del BID, quiso conocer ayer cuál será el uso de las 130 hectáreas que ocupa actualmente la terminal. Diego Pachel, director de la Corpaq, informó que el espacio se utilizará para un parque.

Los representantes del BID se reunieron ayer con autoridades de la ciudad.