Desde hace años que vivo en Urdesa -ciudadela antes tranquila- y generalmente mi primera labor es pasarle la franela a mi carro a las 07h00, lo que me da ocasión de observar la velocidad a la que circulan muchos de quienes manejan vehículos particulares, unidades de reparto e inclusive transportes escolares.

Hace años, a solicitud de varios vecinos, la CTG (Comisión de Tránsito del Guayas) instaló señales de “Pare” en la esquina de Bálsamos y Todos los Santos (existe también una señal de “Silencio”), pero muchos no la respetan o piensan que con pitar largamente ya han advertido a todo el mundo de su presencia y que indican a los demás que se quiten, que allí va él o ella; esto último lo practican especialmente conductores que tienen vía libre.

Hace años nos quejábamos que dichas acciones eran ejecutadas por jóvenes irresponsables, pero ahora vemos que lo hace todo el mundo, jóvenes, mayores, hombres y mujeres, inclusive conductores de vehículos que por su evidente alto costo haría creer que ellos han tenido acceso a una educación adecuada.

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El resultado de eso es que cada semana y media se produce una colisión en la mencionada esquina.

Al advertir a una dama por haber circulado a exceso de velocidad, la respuesta que recibí fue que yo “no me meta”, a lo cual lógicamente tuve que contestarle que no es que me estaba metiendo, sino que ya estaba metido desde hace más de 30 años que vivo en ese sitio y tengo hijos y nietos, y no considero seguras las aceras para caminar.

Ya hace algún tiempo que no vemos ni leemos noticias acerca de los radares que posee (o poseía) la Comisión de Tránsito del Guayas. Creo que si aún existen, e hicieran una labor de control en dicha zona, sería muy saludable para todos.

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Federico Campos Cedeño
Guayaquil