La estrella pop mexicana Gloria Trevi, recién excarcelada de una prisión de Chihuahua, regresó el jueves a su ciudad natal para recibir una ferviente acogida por parte de docenas de aficionados y un enjambre de periodistas que siguieron sus movimientos paso a paso.
 
Los vehículos transmisores de televisión se alinearon frente a la catedral, donde Trevi y su familia se proponían asistir a una misa de acción de gracias por su libertad.
 
Las telemisoras transmitieron en directo la escena en que Trevi solicitó un pasaporte en una oficina local. La artista dijo a la red mexicana Televisa que desea ir a la localidad estadounidense de Mission, en el estado de Texas, donde su madre reside desde hace tres años.
 
Quiero ver a mi madre porque está algo enferma, dijo la cantante.
 
Trevi vino por avión aquí desde Chihuahua la noche del miércoles y fue recibida por un numeroso grupo de miembros de su familia, entre ellos su hijo de dos años, Angel Gabriel.
 
Los fiscales acusaron a la estrella de 36 años, dos cantantes de sus coros y su apoderado, Sergio Andrade, de atraer a jóvenes aspirantes a artistas a su comitiva para luego abusar sexualmente de ellas.
 
El martes, el juez Javier Pineda dictaminó que no había pruebas suficientes para declarar culpable a Trevi y a sus coristas María Raquenel Portillo y Marlena Calderón. Andrade es enjuiciado por separado.
 
Entre tanto, el procurador general del Distrito Federal, Bernardo Batiz dijo el miércoles que la Trevi todavía debe responder a dos demandas penales en la Ciudad de México.
 
Dijo que los cargos habían sido suspendidos durante la ventilación del caso en Chihuahua, y que los fiscales estudiaban si debían presentarlos formalmente en su contra o engavetarlos.
 
Es posible que la Trevi sea llamada a declarar acerca de ambas demandas, presentadas por   personas que dicen que fueron privadas de su libertad y una que dice haber sido víctima de abusos sexuales, dijo Batiz.