El nocaut que sufrió Óscar de la Hoya a manos de Bernard Hopkins podría  describirse como la crónica de una caída anunciada, por los antecedentes y  sucesos que giraron en torno a este histórico pleito entre ellos.

Para muchos, el Golden boy (Chico de oro) jamás debió  aceptar una pelea contra el  Exterminador de Filadelfia, un hombre que no pierde desde hace una década y  que llevaba 18 defensas exitosas consecutivas de sus fajas mundiales.

Algunos piensan que los 30 millones de dólares que recibió el idolatrado De la Hoya por  esta pelea le hicieron cerrar los ojos a una realidad que  otros   descubrieron hace tiempo:  Hopkins es el mejor boxeador libra a libra del  momento.

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De la Hoya, el hombre que ha ganado millones de dólares y  enriquecido a otros, podría caer bajo el imperativo estadounidense, sintetizado en la  frase de Troy Atkins, famoso del fútbol americano: “Lo importante no es ganar, sino ganar siempre”.