Un total de 35 miembros de una macro-organización de narcotraficantes que en los últimos 5 meses ha introducido en España al menos 12.000 kilos de hachís han sido detenidos en una operación conjunta realizada por las Fuerzas de Seguridad españolas.
 
La desarticulación de la banda, que tenía su sede de operaciones en la localidad barcelonesa de Manlleu (noreste), se inició el pasado 30 de agosto, cuando se localizó un alijo de 2.100 kilos de hachís que se estaba descargando en una playa de la costa catalana, informaron las fuerzas de seguridad que actuaron en la operación.
 
La banda utilizaba potentes embarcaciones semirrígidas equipadas con motores de hasta 700 caballos de potencia, que podían alcanzar los 45 nudos de velocidad, para burlar a las patrulleras españolas.
 
Estas embarcaciones contaban, además, con depósitos de gasóleo de más de 2.000 litros, lo que les permitía efectuar el trayecto por el Mediterráneo desde la costa marroquí hasta la catalana sin necesidad de repostar.
 
De hecho, los investigadores intervinieron en una empresa náutica dos de estas embarcaciones de gran potencia que estaban a punto de ser entregadas a la organización para ser utilizadas en el transporte de la droga -entre dos y cuatro toneladas de hachís por viaje- y valoradas en 135.000 euros (164.700 dólares) cada una.
 
También decomisaron quince vehículos, la mayoría furgonetas y todoterrenos, que la organización usaba para transportar la mercancía hasta diversos almacenes, desde donde se preparaba para su distribución a distintos puntos de España y Europa.
 
La intervención policial también supuso un total de 24 entradas y registros en diversas viviendas, empresas, negocios, locales y aparcamientos de varias localidades catalanas.
 
Como resultado de las acciones policiales, se han detenido a 35 personas (32 marroquíes y tres españolas), de las que ya hay 16 en prisión, aunque la investigación sigue abierta y la policía no descarta nuevas detenciones.