En la selección asistirán los que estén jugando bien, no solo los famosos.

Es alumno de Francisco Maturana, y lo dice con mucho orgullo. A momentos se le escapan palabras y frases similares a las que dice el Pacho. Pero maneja su propia personalidad. Ese es Luis Fernando Suárez, colombiano que es seleccionador de Ecuador y que reemplazó a Hernán Darío Bolillo Gómez en ese puesto.

Le gusta leer a diversos autores de novelas y cuentos. Así como se ha leído todas las obras de su compatriota Gabriel García Márquez.

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Es minucioso en su forma de trabajar, incluye en su planificación el mínimo  detalle, pero está en desacuerdo cuando le dicen que se parece a Maturana  por su forma de pensar. Él dice que no, porque su maestro marcó  una historia en el fútbol de su país. “Pacho  ayudó a crecer el fútbol colombiano, pero también impulsó que al deportista se lo respete como persona”.

P: ¿En qué ha cambiado Luis Suárez, el técnico?
R: Tengo más experiencia. Mi primera oportunidad con una selección fue en la Copa América de Bolivia en 1997. Después he ganado, he perdido y hasta estuve desempleado.
Pero uno madura con todas esas circunstancias de la vida.
Es como ir tallando algo y eso duele. Claro, también hay bonitas campañas como un título en Colombia con Atlético Nacional, de Medellín (99) y un buen Sub 21 con mi país.

P: ¿Y el hombre que ganó?
R: También soy otro. La familia crece, las responsabilidades aumentan, pero también las alegrías. Las perspectivas de vida son otras. Y las vivencias que se mezclan con la parte deportiva me van haciendo crecer, me hacen madurar y ser responsable. Los años como que a uno lo ubican en la vida. Si evolucioné cuando pasé de jugador a técnico, hoy lo he hecho mucho más.

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P: ¿Por qué se separó de Francisco Maturana?
R: Todo fue circunstancial. Después que dejamos Ecuador en 1997 yo trabajé con él seis meses más en Millonarios, de Bogotá, y a mitad de ese año estuvimos sin empleo. Luego a él le ofrecieron ir a Costa Rica, pero con la condición de no llevar asistentes. Él me llamó y dijo que lo lamentaba. Yo entendí. De allí trabajé solo. Puse en práctica todo lo que aprendí en siete años de trabajo con él, porque me lo dio todo. Es un hombre generoso y bondadoso. Dejarlo a él fue como salir de la universidad a trabajar. Y desde 1999 empecé solo.

P: ¿Ha conversado con él?
R: Claro, yo lo llamé antes de venir a la selección. Me dijo que merecía ser el técnico de este país y que iba a hacer fuerzas por mí. Y que de ahora en adelante iba a pensar más en Ecuador, que en él mismo.

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P: ¿Cómo son sus noches?
R: Bueno, duermo temprano, pero muy poco. Y cuando no hago fútbol leo bastante. Me encanta la lectura. Prefiero las novelas y los cuentos.

P: ¿Qué escritor le agrada?
R: Ninguno, jamás pienso en leer porque las obras sean de tal o cual persona. Más lo hago por las críticas que se hagan. Pero, por ejemplo, si aparece un libro de Gabriel García Márquez siempre me lo leo.

P: ¿Ha leído todas las obras de él, cuál le impactó más?
R: Sí, todas las leí. El coronel no tiene quien le escriba es el que más gusta. Pero he leído libros mejores. Por ejemplo, ahorita tengo uno muy bonito conmigo. Se llama Romance para murciélagos.

P: ¿Extraña a su familia?
R: Sí, muchísimo. Lo que más me causa nostalgia es tener lejos a mis hijos (Andrés Felipe, 20; Jaime Alberto, 18; y, Daniel Alejandro, 12) y mi señora (Luz Marina Sánchez).

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P: ¿No los ve siempre?
R: No, no me dejan salir mucho de acá. Porque Bolillo (Hernán Darío Gómez) se iba mucho (ja, ja, ja, ja...) y entonces después habrá problemas.

P: ¿Prefiere Guayaquil?
R: En esta ciudad viví tres años y me gusta mucho. Además, quiero descentralizar más la selección. Deseo que la gente vea al equipo en todos lados. Por eso, si se puede hacer muchos microciclos, los haré en diferentes partes.
Guayaquil es linda, pero no será la única. Ah, aclaro, Quito será siempre la sede oficial.

P: ¿Dudó en algún momento aceptar el reto de Ecuador?
R: No, jamás... No pensé que podía ser tan rápido, pero sí sentía que podía darse por los méritos que estaba haciendo.

P: Antes de la propuesta de ahora, ¿alguien lo quiso acá?
R: Sí, la única vez que pasó fue por el 97, en que –cuando nos hicieron la despedida– Galo Roggiero (ex presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol entre 1994 y 1998) me dijo: ‘Yo voy a la reelección, si gano quiero tenerlo como candidato a dirigir a Ecuador’. Me ilusioné, pero llegó y quiero triunfar.

Es el sueño del colombiano, un técnico humilde, agradecido y organizado que después de cada jornada se da tiempo para recoger las botellas que dejan sus jugadores en la cancha. Solo así se va tranquilo (MBC).