Entre zanqueros,  una banda musical y algarabía,  las artes escénicas volvieron a hacer de Manta su casa.  Por decimoséptimo año consecutivo este balneario manabita ha convocado a  quienes, desde diversos rincones, hacen del teatro,  la danza y la música  su estilo de vida, su entrega diaria.

El pasado jueves, el teatro Chusig de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte de Manta convocó a unas quinientas personas,  a pesar de que su capacidad es para 400,  a la inauguración de este encuentro.  La obra de apertura fue La secreta obscenidad de cada día,  interpretada por los actores guayaquileños Lucho Mueckay y David Reinoso.

Extremadamente textual. Intensa. Profunda.  Así fue la pieza del director argentino Antonio de la Parra que representaron el director del Centro Cultural Sarao,  Mueckay, y el actor de ‘Vivos’, Reinoso.

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A simple vista, la pieza puede resultar cómica, disparatada,  ligera,  inclusive.  Pero más allá de lo mencionado, el trasfondo político y humano que encierra en cada uno de los largos parlamentos,  hacen de esta una obra capaz de confrontar a la audiencia con las diferentes forma de vida que adaptan los seres humanos.

El juego de las apariencias está latente,  a veces entre líneas y en otras excesivamente dicho. Los personajes son dos representantes de corrientes contrapuestas. Uno es Carlos Marx, uno de los íconos del socialismo, de la igualdad de clases y condiciones. El otro es el psicoanalista más grande de la historia,  Sigmund Freud,  defensor del individualismo.  Pero más allá de sus ideologías contrarias, en el  tablado se presentan dos seres humanos conflictivos que se esconden tras varios rostros y que, a pesar de ser contrapuestos, no son más que dos caras de la misma moneda.
 
La interpretación del montaje es sobria. Los actores lograron no caer en la monotonía.  Condimentaron con baile y canto varias de las escenas,  y además incluyeron al texto algunos elementos que pertenecen a la realidad nacional.

Para ser la primera vez que se pone en escena,  esta pieza logró formar un vínculo con el público. Y quedó claro que no fue porque son dos personajes reconocidos,  ya que  en esta ocasión la gente vio a un Mueckay y a un Reinoso distintos a los antes vistos.

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Al finalizar la obra el aplauso fue masivo. De pie. Los comentarios de la audiencia hacia fuera de la sala, en los corredores, donde la algarabía se había encendido con los mismos artistas del inicio, confirmaban que la inauguración del Festival de Teatro de Manta fue exitosa.

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COMENTARIOS DE LA OBRA
Raymundo Zambrano, actor de teatro, considera que la obra aunque fue caricaturesca, manejó posturas ideológicas muy encontradas que marcaron la historia. “Lucho Mueckay y David Reinoso corrieron un gran riesgo en este sentido, pero lograron hacer una gran lectura del texto”, dijo.

Para Lautaro León, catedrático de audiovisuales, es muy difícil hacer un análisis del trabajo a primera vista. “El trabajo es interesante, la idea también. Encontré que a veces pecó de ser muy obvia. Creo que nos la dieron demasiado masticada,  pero si la intención de los actores era esa, estuvo bien”.

PRESENTACIONES
A más de Manta, Guayaquil tiene también el Festival de Artes Escénicas. En esta ciudad hoy se presenta el grupo cubano Síntesis, que tocará música afrocaribeña.
El evento se realizará en el Centro Cultural Sarao, a las 21h00. Ayer, en la apertura del festival, el grupo teatral colombiano Taller puso en escena su obra Cíngaros, en la plaza de Artes y Oficios. Mañana estará en Sarao Malayerba, de Quito, con su pieza teatral Lazarillo.