Unas 70.000 personas abarrotaron este viernes las tribunas del estadio Olímpico de Atenas para asistir a la ceremonia de inauguración de los XII Juegos Paraolímpicos de verano, que tendrán lugar en la capital griega haasta el 28 de setiembre.
Después de tres horas de desfile, música y espectáculo de fuegos artificiales, Georgios Toptis, representante griego, mutilado del brazo derecho, encendió el gigantesco pebetero que fuera apagado hace casi tres semanas en el estadio tras la finalización de los Juegos Olímpicos, el pasado 29 de agosto.
La antorcha olímpica había recorrido los últimos metros alternando entre relevos que se desplazaban por sus propios medios o en sillas de ruedas.
Tras un espectáculo con luces y rayos láser, una traca de fuegos artificiales sobre el techo del coliseo marcó el final de la ceremonia que se desarrolló en un ambiente que por momentos fue tanto festivo como solemne.
En total participan unos 4.000 atletas de 136 países.