El presidente ruso, Vladimir Putin, rechazó ayer cualquier negociación con rebeldes chechenos tras la toma de rehenes de la escuela Beslán donde murieron 336 personas, la mitad de ellos niños.
“Las atrocidades de se cometieron en Beslán nos dan el derecho moral a insistir que las personas que se oponen a Rusia son parte del terrorismo internacional”, aseguró Putin.