“Estamos solos, las personas que nos cuidan se preocupan por lo externo y no lo interno”, dijo Aaron Montalván Zea, estudiante del 7º año de educación básica de la unidad educativa Esteban Cordero, del movimiento Fe y Alegría, quien actuó como moderador en el primer foro ‘Migración, una realidad que nos destruye’.

El acto que se desarrolló ayer en el auditorio de la Casa de la Cultura la mañana de ayer, convocó a niños de las ocho escuelas que son financiadas por Fe y Alegría, profesores y padres de familia.

Ocho niños de los respectivos centros educativos actuaron como expositores y hablaron de los problemas que afrontan los niños hijos de padres emigrantes.

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“El gobierno debe crear fuentes de trabajo y pagar mejores salarios para que nuestros papás no tengan que dejarnos”, expuso la niña Lady Valencia.

Los escolares calificaron a la migración con un balance negativo porque les priva del amor de sus padres y repercute en su vida.

“Las secuelas psicológicas son las más graves”, dijo Henry Barbecho, coordinador regional de Fe y Alegría, quien agregó que de los 4.500 niños de estas escuelas, entre el 60 y 70% tiene a parientes en el exterior.