El Cienciano de Perú, campeón de la Recopa Sudamericana, tuvo ayer un apoteósico recibimiento en su ciudad, el Cusco, a 1.100 km al sureste de Lima, donde sus integrantes fueron declarados “Hijos Ilustres” por la Municipalidad de la antigua capital del Imperio de los Incas.

Llegaron seis días después de haber conquistado el título, el primero de esa jerarquía conseguido por un equipo peruano en la historia.

Desde la llegada al aeropuerto cusqueño, bandas de músicos y danzarines ofrecieron su arte a los campeones y una multitud de pobladores los aplaudieron y ovacionaron.

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Posteriormente, una caravana de vehículos acompañó a las unidades móviles de bomberos en las que fueron trasladados jugadores y entrenador a la Plaza Mayor.