Diego Maradona consiguió el permiso legal para dejar Argentina, aunque aún debe superar una afección pulmonar que sufrió el sábado y esperar que no haya más riesgo de huracanes en el Caribe antes de volar a Cuba para seguir un tratamiento contra su adicción a las drogas.
 
El abogado del ex astro del fútbol argentino, Héctor Leguizamón, confirmó que concluyó el traumático ciclo para Maradona, quien desde que llegó en marzo al país y tras ser hospitalizado en dos oportunidades por problemas cardíacos, fue llevado por su familia y contra su voluntad a una clínica neurosiquiátrica.
 
La semana pasada la justicia aprobó el traslado de Maradona a una clínica en Cuba, pero dejó abierto un plazo de cinco días durante el que los familiares del ex jugador podían cuestionar esa decisión. Ese plazo venció hoy y no se produjeron impugnaciones.
 
"Los trámites legales están cumplidos. Quedó firme (la sentencia del juez)", aseguró Leguizamón. Consultado acerca de la fecha del viaje, el jurista dijo que "depende de la salud de Diego y del huracán. El está recuperándose".
 
Maradona volará a La Habana con su padre don Diego, su hermana Ana y su médico personal Alfredo Cahe, dijo el abogado. Será recibido en el Centro de Salud Mental (Censam) de esa ciudad, que funciona bajo el sistema de "comunidad cerrada".
 
El sábado el ex campeón del mundo con la selección argentina en la Copa de 1986 debió ser brevemente hospitalizado en una clínica en Buenos Aires, pero luego fue llevado nuevamente a la institución neurosiquiátrica en las afueras de la ciudad.
 
Leguizamón confirmó que Maradona jugó al fútbol el viernes por la noche pese a que -según su médico personal- su condición física le impide hacerlo.