Cerca de 10.000 personas, muchas de ellas niños, mueren cada mes a causa de enfermedades y la violencia en los campamentos de refugiados de Darfur, a pesar del esfuerzo internacional de ayuda, dijo ayer la Organización Mundial de la Salud.

EE.UU. acusa al gobierno de Sudán de genocidio por no frenar los ataques de milicianos árabes contra tribus africanas, los que han dejado una población desplazada de 1,2 millones de personas.