Un activista disfrazado de Batman burló ayer la seguridad y se coló en el palacio de Buckingham, residencia oficial de la reina Isabel II, para reivindicar los derechos de los padres separados, en un nuevo fiasco que ha sonrojado a la Policía.

El intruso, identificado como Jason Hatch, de 33 años y miembro del grupo “Padres por la justicia”, logró saltar la verja del palacio y accedió a una cornisa próxima al balcón principal, aunque no llegó a irrumpir en dependencias palaciegas, según informó la Policía.

En el momento del incidente ningún  miembro de la realeza  se encontraba en el edificio, confirmó una portavoz del palacio.

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“No tenemos a ningún miembro de la familia británica en la residencia”, insistió la misma portavoz palatina.