En la cinta ‘Mar adentro’, Bardem interpreta a un tetrapléjico que lucha por que le apliquen la  eutanasia. En el festival veneciano fue premiado por su magnífica y conmovedora actuación.

El pasado sábado, el actor español Javier Bardem obtuvo la Copa Volpi como mejor actor en el Festival de Cine de Venecia. Se hizo acreedor al premio por su actuación en el papel de un tetrapléjico llamado Ramón Sampedro, que reivindica el  derecho de optar por la eutanasia tras pasar casi 30 años paralizado en su lecho.

Poetas homosexuales, suicidas tetrapléjicos, heroinómanos.... ningún personaje parece tener la piel tan dura como para que no pueda meterse en ella Javier Bardem, reconocido el pasado sábado  en Venecia con el premio al mejor actor por su papel en Mar adentro, de Alejandro Amenábar.
 
El festival de cine veneciano, que hace cuatro años le concedió el mismo premio por su actuación en Before Night Falls (2000), revalida así la ascendente carrera internacional de esta estrella indiscutible del cine español que se resiste a responder a la llamada de Hollywood.
 
Javier Encinas Bardem (Las Palmas de Gran Canaria, 1969) es, en todo caso, digno representante de una de las más ilustres familias de la escena española, como hijo de la actriz Pilar Bardem, hermano de los actores Carlos y Mónica Bardem, sobrino del cineasta Juan Antonio Bardem y nieto de los actores Rafael Bardem y Matilde Muñoz Sampedro.
 
A los dos años se trasladó a Madrid con su madre y hermanos y en esa ciudad ingresó después en la Escuela de Artes y Oficios, donde aprendió a pintar. En su adolescencia también practicó rugby y boxeo, deportes que contribuyeron sin duda a aportarle el aspecto fornido que tan útil le ha sido para muchos papeles.
 
Debutó en el cine con 4 años con una breve aparición en la serie de televisión El pícaro, protagonizada por Fernando Fernán Gómez. 
Su siguiente trabajo también fue para televisión, al intervenir en 1985 en el papel de gamberro en la serie Segunda enseñanza, de Pedro Masó, con quien volvió a trabajar en Brigada central, esta vez encarnando a un drogadicto.

Después trabajó como dibujante publicitario y participó en un grupo independiente de teatro con el que realizó una gira por España con las obras El médico a palos y El sombrero de tres picos.  Su plena entrada en el cine no llegó hasta comienzos de los años 90, cuando intervino en Las edades de Lulú, dirigida por Bigas Luna; Amo tu cama rica, de Emilio Martínez Lázaro, y Tacones lejanos, de Pedro Almodóvar.

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Su primer papel protagonista llegó en 1992 de nuevo a las órdenes de Bigas Luna, en Jamón, jamón, en la que interpreta a uno de los vértices de un triángulo amoroso que completaban Penélope Cruz y Jordi Molla. Después apareció en los repartos de las películas Huidos, de Sancho Gracia; El amante bilingüe, de Vicente Aranda, y El detective y la muerte de Gonzalo Suárez.

Volvió a trabajar con Bigas Luna en Huevos de oro (1993) y aún rodaría otra película con el mismo director, La teta y la luna.  En 1994 trabajó con el director Imanol Uribe en Días contados, en la que encarnaba a un heroinómano. Entre 1995 y 1997 protagonizó la comedia Boca a boca, de Manuel Gómez Pereira; Éxtasis, de Mariano Barroso; Airbag, de Juanma Bajo Ulloa; Perdita Durango, de Álex de la Iglesia, y Carne trémula, a las órdenes de nuevo de Almodóvar.

En esa película interpretaba el papel de un policía que se queda parapléjico, lo cual puede considerarse un antecedente del papel que ahora le ha valido la Copa Volpi en Venecia, esta vez encarnando al tetrapléjico Manuel Sampedro.

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A continuación intervino en Torrente, el brazo tonto de la ley (1998), de Santiago Segura; protagonizó Entre las piernas (1999), de Manuel Gómez Pereira, y debutó como productor con Los lobos de Washington (1999), en la que también actuó.

 En el 2000, tras trabajar en Segunda piel bajo la dirección de Gerardo Vera, fue reclamado por el norteamericano Julian Schnabel para Before Night Falls,  titulada en España Antes que anochezca y donde interpretó al poeta cubano Reinaldo Arenas, papel con el que se convirtió en el primer español aspirante al Oscar al mejor actor.

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Después rodó Sin noticias de Dios (2001), de Agustín Díaz Yanes y El embrujo de Shangai (2001) de Fernando Trueba.  En el 2002 reapareció con dos filmes:  Pasos de baile, la ópera prima de John Malkovich, y Los lunes al sol, del director Fernando León de Aranoa.  Sus trabajos más recientes han sido un pequeño papel en Collateral (2004), de Michael Mann y junto a Tom Cruise, y Mar adentro, coprotagonizada por Belén Rueda.

Próximamente tiene previsto ahondar en su faceta internacional con los filmes The Last Face, junto a Sean Penn, y Killing Pablo, de Joe Carnahan, además de Che, de Steven Soderbergh, coprotagonizada por Benicio del Toro. Entre sus premios figuran tres Goya de la Academia del cine española como mejor actor, por Días contados (1995), Boca a boca (1996) y Los lunes al sol (2003).

También posee el galardón al mejor actor del Círculo de Escritores Cinematográficos, el premio revelación de la Unión de Actores, el Saint Jordi al mejor actor, el de mejor interpretación masculina de la Asamblea de Directores Cinematográficos Españoles (Adirce), todos ellos en 1993 por su papel en Jamón, jamón.

Se unen a ellos el Fotogramas de Plata 1994 al mejor actor, el premio al mejor actor y premio Fernando Rey en el Festival de San Sebastián y el Premio del público al Mejor Actor Europeo y el Fotogramas de Plata 1997 por Carne trémula, entre otros muchos trofeos.

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