El director nacional de Rehabilitación Social (DNRS), Fernando Cassis, indicó este martes que el detenido Luis Enrique Flores Sarmiento, quien en sus declaraciones involucra a varios jefes policiales en un presunto tráfico ilegal de personas (coyotaje), está debidamente protegido en el centro carcelario.

En una entrevista concedida a Ecuavisa, Casisis indicó que Flores Sarmiento se encuentra en la cárcel Nº 4 de Quito desde el pasado 3 de septiembre cuando el fiscal de delitos migratorios del Guayas, José Menéndez Cruz, solicitó su trasladado desde la penitenciaría de Guayaquil.

Frente a la interrogante de qué medidas de seguridad se está tomando con Flores Sarmiento, Cassis contestó que “la protección a víctimas, testigos o aquellas personas que son parte de un juicio penal le corresponde directamente al Ministerio público”. Por lo tanto, concluyó que es este organismo el que debe tomar la debidas precauciones para cuidar la integridad de estas personas.

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Aunque señaló que no existe una protección extrema, como el chequeo previo de los alimentos que ingiere Flores, dejó claro que en la cárcel Nº 4 de Quito los guías están concientes que tienen que vigilar a los pocos internos. Por ello, descarta que uno de los reos corra algún riesgo.

Luis Flores Sarmiento, detenido en los operativos Estrella de Mar I y II, que permitieron desarticular una red de coyotes con conexiones entre Azuay y Guayas, ratificó ayer sus acusaciones que involucra por tráfico general de personas a los generales Jorge Poveda y Marcelo Vega Gutiérrez, comandante general e inspector general de la institución; los coroneles Luis Cadena, comandante del Guayas; Marcelo Tamayo, comandante de Cuenca; Francisco Ramírez Herrera, comandante de Azogues; N. Villarroel; y los agentes N. Caiza, y N. Chacha, contra quienes el fiscal José Menéndez inició instrucción.

Flores resaltó que “el coronel Francisco Ramírez, quien es actualmente comandante de Azogues, tenía la misma función que los otros (la cúpula denunciada), y mantenía una relación con Jaime Abril Ampudia y Jacinto Zhingri. La conexión era un agente Caiza”.

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Además, el reo sostuvo que el comandante general Jorge Poveda estaba muy relacionado con Ampudia. “Cuando estaba de Comandante de Policía de Cuenca, si alguna denuncia u orden de detención había en contra de los coyotes, él los ponía sobreaviso. A cambio, recibía dinero y, como siempre, en sobre cerrado”, añadió.

Hasta el momento Poveda cuenta con el respaldo de la institución policial y se encuentra preparando su defensa al igual que los otros involucrados.