En marzo pasado, temporada de graduaciones e inscripciones universitarias, durante dos semanas el Registro Civil no pudo cedular por la impuntual entrega de especies por parte de la Dirección Nacional de la institución. Y así, en lo que va del año, en cuatro ocasiones se ha repetido esta historia.

Pero aunque no hay material para entregar su cédula a quienes madrugan y hacen cola, sorprendente los tramitadores sí lo consiguen.

Esta semana se anunció que el material había llegado, pero no hay garantía de que sea en cantidades suficientes. Otros problemas continúan sin solución: oficinas con infraestructuras limitadas y equipos vetustos, archivos con problemas de mantenimiento por la humedad y el descuido, y un sistema electrónico no precisamente óptimo.

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¿Veremos el día en que Ecuador tenga un Registro Civil decente?
Por decir lo menos se requiere de una institución que garantice que la identidad de cada ciudadano sea una certeza. Por ahora esto no sucede. ¿Será que las autoridades pertinentes no han detectado estas deficiencias o consideran que no merecen su atención?