El retorno de Diego Maradona al hospital encendió la alarma sobre los riesgos de la falta de continuidad en su tratamiento contra las drogas.

Desde que hace una semana la justicia lo autorizó a seguir su tratamiento en La Habana (Cuba), el ex futbolista comenzó a salir de la clínica psiquiátrica, donde reside desde el pasado 9 de mayo en esta ciudad.