Una expedición científica que visitó Siberia en agosto pasado afirmó que halló pruebas que confirmarían la  teoría de que el meteorito de Tunguska, el más grande que jamás haya caído en la Tierra (en 1908), en realidad fue una nave extraterrestre.

Un comunicado de la administración de la región rusa de Evenkia señaló que “los exploradores de la fundación estatal siberiana Fenómeno Espacial Tunguska opinan que han encontrado elementos de un artefacto técnico extraterrestre”.

Aquel 30 de junio de 1908 el fenómeno de Tunguska, llamado así por el río en cuya cuenca se produjo, causó una explosión equivalente a 500 bombas atómicas como la de Hiroshima, que arrasó con 2.200 kilómetros cuadrados de bosques.

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Según los exploradores, se encontraron dos barras hechas de un metal desconocido en nuestro planeta.