La presidenta del Club de Damas Vernaceñas, Maritza Cabello, conserva un telegrama enviado por la comunidad, hace más de 30 años, al entonces presidente de la República, José María Velasco Ibarra. Como ahora, el primer punto del pliego de peticiones de la gente de la época era la construcción de los 28 kilómetros de la carretera Salitre-Vernaza-Baba. “Desde entonces estamos pidiendo a las autoridades una respuesta”, explica.

La ejecución de la obra es responsabilidad del Ministerio de Obras Públicas (MOP), asegura el prefecto encargado, Jaime Nogales. “La Prefectura asumió la vialidad en 1997, pero no recibió la transferencia de recursos. Por eso firmamos convenios con otras instituciones, como el MOP”, dice.

Jaime Coello, presidente de la Asociación Interinstitucional de Vernaza (que agrupa a gremios de profesionales, agricultores y artesanos), no se explica por qué “el Consejo toma a su cargo vías más caras y no interviene en esta” que ahorraría 20 kilómetros de trayecto a los vehículos que ingresan a la provincia desde el norte del país. La entidad ya realizó la rehabilitación de la vía Vernaza-Bebo-Clarisa.

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A la cabecera parroquial, sin embargo, le hace falta mucho más que vías de acceso en buen estado. Hace tres años, el Consejo construyó un tanque elevado, pero no culminó las redes de distribución de agua.

La profesora Blanca García dice que la comunidad ya tiene listos los tarros de pintura para remover de lo alto del tanque el nombre del prefecto Nicolás Lapentti. “Yo quiero subirme a hacerlo”, señala la mujer de 68 años.

A ese sector –agrega Coello– tampoco llegaron las escuelas que Lapentti promociona. Él dice que ese tipo de obras no le corresponde al Consejo, sino a los municipios.

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Lapentti asegura haber instalado 24 sistemas de agua. El rubro Salud y Saneamiento (que incluye el trabajo de las brigadas de salud móviles) representa el 7,32% del presupuesto (200 millones de dólares) de esa dependencia. Educación, Cultura y Deporte representa el 12,08%.

Los gremios de General Vernaza convocaron a un paro de actividades para el 13 de octubre próximo, como protesta por el abandono que dicen sentir. A las 03h00 de ese día cerrarán el ingreso por el puente La Fortuna y por las vías de acceso de la parroquia La Victoria (Baba y Vinces).

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Si ese día no llega la respuesta que esperan desde el gobierno de Velasco Ibarra, el 17 de octubre no habrá elecciones. “Nos declararemos en rebeldía cívica”, asegura Coello.