En la gestión predomina el interés político

Según los habitantes de la provincia tanto el alcalde como el prefecto promocionan a sus respectivos partidos políticos (MPD y PRE) en las obras que realizan en la ciudad y en la zona rural.

La construcción y puesta en funcionamiento de seis, de los siete colectores de aguas lluvias ofrecidos en la campaña anterior y el sistema integral de alcantarillado, tanto para la zona central, como para los barrios del sur de la ciudad, ejecutados por el Municipio, son su gran obra, según el alcalde de Esmeraldas, Ernesto Estupiñán, en los cuatro años de administración.

Durante la alcaldía de Estupiñán, ahora con licencia porque se postula para la reelección, al Municipio ingresaron 25 millones de dólares, la mayoría de estos recursos provenientes de aportes de empresas privadas y de Petroecuador, entidad que mostró interés por ejecutar obras sociales a través del Cabildo.

Ello ocasionó el emprendimiento de obras, como la construcción del colector del cementerio y el entubamiento del estero Miquito, que por décadas inundó el centro de la ciudad cada vez que llovía y sus aguas se desbordaban.

Aunque estas obras siempre son promocionadas, junto a la figura del alcalde por el MPD, partido en el cual milita Estupiñán, él asegura que la más importante de su gestión fue “el haber moralizado al Municipio y el manejo de los recursos económicos de manera transparente”.

La primera acción que ejecutó el Municipio fue clausurar el botadero municipal y mejorar la recolección de desechos sólidos en la urbe.

En el aspecto urbanístico, se hicieron piletas luminosas, el asfaltado de las calles de la ciudad, el reordenamiento de los comerciantes del viejo mercado, la construcción del mercado de mariscos y de una bahía para albergar a los vendedores de la calle Eloy Alfaro, son otras de las obras que destaca Estupiñán en su rendición de cuentas.

La administración de Estupiñán ha enfrentado polémicas con el prefecto de Esmeraldas, Homero López Saud, (PRE), especialmente por la construcción de obra pública que el Consejo Provincial programó en el cantón, con lo que no está de acuerdo el alcalde.

Estupiñán no tiene en los comerciantes a sus mejores aliados, ya que desde el inicio de su periodo, las campañas de mejoramiento urbanístico fueron dirigidas a despejar las calles de vendedores y agruparlos en sectores previamente designados, lo cual no agradó a muchos.

Al solicitar licencia para postularse para la reelección, Estupiñán dejó en edificación y con financiamiento el Centro Comercial La Bahía, el Matadero Municipal que se ejecuta en San Mateo y se hicieron contactos con inversionistas chinos para la construcción de la terminal terrestre.

Según Julio Estupiñán Aguirre, gerente de la compañía Operamar, la gestión efectuada por el Municipio en estos últimos 4 años, “a pesar de tener un tinte político”  ha tratado de recuperar la autoestima del esmeraldeño mediante obras como la recolección de la basura, la canalización de las aguas que en invierno convertían a la ciudad en un lodazal, y el mejoramiento de ciertas calles con el bacheo.

Pero afirma que la administración municipal se ha distanciado del pueblo, justamente por los intereses político y la búsqueda de la continuidad del cargo, lo que “distorsiona la realidad en cuanto a un contexto real de las necesidades básicas del pueblo”.

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